¿Cómo aprender a lidiar con los impuestos?

Todos en algún momento de nuestra vida hemos tenido que abstenernos de comprar algo que queremos o, por el contrario, reducir al máximo los gastos, pues nos vemos enfrentados a “no tener lo suficiente”, para solventar todas nuestras obligaciones. Dicha abstinencia, no es del todo mala, si comprendemos que a través de ella podemos llegar a ahorrar y a optimizar nuestros recursos; sin embargo, siempre habrá algo que “recorte” nuestro presupuesto y a ello, lo podemos denominar: impuesto. No obstante, en esta ocasión exploraremos algunos tips para poder combatir estas fugas que aunque son obligatorias, la mayoría de las veces no le vemos beneficio. 

Para adentrarnos un poco más en este tema, y en aras de profundizar al respecto, un impuesto se denomina como el valor que los ciudadanos están obligados a pagar al Gobierno sin ninguna contraprestación, es decir, sin ningún beneficio por ello. Cabe mencionar que los impuestos corresponden a esos ingresos públicos que contribuyen a suplir las necesidades colectivas que se puedan presentar en determinado país. La principal razón por la que se pagan este tipo de tributos, es para cumplir con las inversiones sociales, de infraestructura y de funcionamiento del estado.

De la misma forma, existen diferentes tipos de impuestos, los cuales se clasifican en directos e indirectos y, dependiendo del país, personales, objetivos y periódicos. En el caso de los directos, corresponden a todos aquellos que afectan directamente a la persona o empresa, tales como el impuesto a la renta y los indirectos, como el Impuesto al Valor Añadido, o conocido IVA. Los demás mencionados, responden a la capacidad de cada individuo y al tiempo en que deben ser liquidados. En ese orden de ideas, podemos observar que ninguna persona se encuentra exenta de pagar impuestos, pero, a su vez, es evidente cómo muchas de ellas son exitosas aun con esta obligación financiera de por medio.

En primer lugar es fundamental reconocer cuáles son los tipos de impuestos que existen, pues unos se encuentran inmersos en las diferentes cosas que adquirimos en la cotidianidad, desde alimentos de la canasta familiar, como servicios públicos fundamentales dentro de nuestros hogares. De allí que, una vez identificado, podremos con mayor facilidad, saber a qué nos enfrentamos y qué ajustes puntuales debemos hacer a nuestro presupuesto. Lo anterior da paso a un primer aspecto a tener en cuenta, para poder batallar con los impuestos y vivir para contarlo.

Como primera medida, y es algo a lo que en muchas ocasiones no le otorgamos la importancia que merece, es mantenerse informado. Muchas son las teorías que se plantean a diario frente a la información verdadera o falsa que circula en las diferentes redes sociales, plataformas digitales e, incluso, medios de comunicación. No obstante, una de las claves para permanecer enterado de los sucesos en el mundo y tener la certeza de su veracidad, es recurrir a distintas fuentes con el fin de contrarrestar la información y conocer más detalles frente al mismo suceso en cuestión.

En la actualidad nos encontramos en una época en la que tenemos la información a la mano, conocer todas las actualizaciones a nivel mundial, depende de nosotros mismos y así, antes de adquirir algún bien o invertir en algún sector, informarnos totalmente frente a ello. Una de las teorías de comunicación dentro de las empresas plantea que “a mayor información, menor incertidumbre” y al igual que dicha premisa, no hay nada mejor que tener la certeza de que nuestro dinero está siendo invertido de manera segura y rentable, fruto de haber estado muy bien informado. Así que, si tu deseo es realizar alguna compra, pero dudas en hacerlo por temor a su “valor añadido”, primero asegúrate de que vale la pena; toma nota, conoce las cifras y mira los costos, sin afectar tu capital. Recuerda que el valor de determinado impuesto siempre varía dependiendo de cada país y del bien, servicio o producto que deseas adquirir.

En múltiples ocasiones, cometemos el error de contraer deudas innecesarias, debido a la falta de información; caso contrario a si conocemos el panorama, para poder “tantear” el terreno, como dicen, y hacer un balance frente a lo que se puede o no comprar (de acuerdo al presupuesto). Estos son algunos ejemplos de cosas básicas que todos necesitamos saber: este año, en el caso de Colombia, el IVA para la canasta familiar oscila entre el 0%, 5% o 19%, dependiendo del producto. Por su parte, en México, la tasa corresponde al 16%. Y así como estos, muchos son los países y porcentajes que varían y que pueden convertirse en una lamentablemente en muchas ocasiones en una carga financiera para tu bolsillo, por eso es tan importante presupuestar estos impuestos dentro de nuestro plan de cuentas personales.

Por eso el segundo punto, realiza tu propio plan presupuestal. Muchos de nosotros en el afán de hacer el presupuesto perfecto, buscamos ideas base o prototipos para diseñar nuestro propio plan financiero. No obstante, es necesario tener en cuenta que no todos tenemos los mismos flujos de dinero; las ganancias, gastos e inversiones de una persona, son muy distintas a las tuyas y por eso es determinante la forma en que organizamos y estructuramos dicho presupuesto. Recuerda que todas las decisiones que tomes a nivel personal y, puntualmente en materia económica, deben estar basadas en la realidad financiera en la que te encuentras. Así que, establece cuál es tu patrimonio, organiza tus ingresos, distribuye de manera adecuada el dinero, compra lo estrictamente necesario y, por supuesto, date gusto solo cuando sea posible. Y, ojo, no olvides primero estar muy bien informado.

Por último, evita malgastar tu dinero en cosas innecesarias. Aquellas compras pequeñas, que no son fundamentales, pero que sin duda alguna representan un peligro económico a futuro, son conocidas como gastos “hormiga”. En ese sentido, cuando de manera recurrente adquieres algún producto sin antes conocer su verdadero valor monetario (centrándonos, por supuesto, en el valor del impuesto), perdemos la noción del dinero y caemos en el error de, como lo conocemos coloquialmente, “malgastar”. Es por eso que una forma sencilla de batallar contra esos inevitables impuestos, es evitar toda compra innecesaria, que por más mínima que sea, al juntarse se convierten en una gigantesca deuda financiera. Es como un efecto bola de nieve que a medida que pasa el tiempo, aunque no podamos verla, llegará el punto en que nos superará.

En efecto, son más las soluciones ante esta situación que nos aqueja en algún momento de nuestra vida. El panorama es alentador si así lo decidimos, pues cuando parece difícil la situación, el mundo financiero ofrece un sinnúmero de alternativas para solventar cualquier crisis que se presenta. Hoy, te invito una vez más a ajustar esos detallitos que, tal vez, por mucho tiempo, te han impedido crecer económicamente. ¡Ánimo que aún estás a tiempo!, mientras tanto, seguimos aquí, aprendiendo juntos.

Publicado por Karem Suarez

Administradora de Empresas egresada de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque. Locutora y Productora de Medios Audiovisuales. YouTuber especializada en temas de finanzas personales, economía, emprendimiento y difusión de herramientas para alcanzar metas y objetivos. El canal cuenta con 700 vídeos a la fecha y 120.000 suscriptores. Realizadora y presentadora de Impacto Económico, dirigido por el economista Mauricio Reina en el canal privado de Televisión Red + Realizadora y presentadora de la sección de economía de bolsillo del canal nacional público de televisión Canal Trece. Profesora del curso Aumenta tu Inteligencia Financiera de Crehana, con 5.000 estudiantes a la fecha. Presentadora de la sección de economía para Jóvenes Pelaos, del periódico El Espectador en 2018 y 2019. Speaker de finanzas en diferentes Colegios y Universidades, entre ellas la Universidad El Bosque, Universidad Nacional, Universidad Sergio Arboleda, Universidad Libre, Universidad Minuto de Dios, Universidad ECCI, entre otras. Miembro activo de Global Shapers Hub Bogotá y embajadora One Young World para Colombia.

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