
¡Bienvenidos una vez más!, qué grato es poder acompañarles en otro espacio en donde a través de las letras también nos podemos escuchar. En esta ocasión quiero empezar por traer a colación esos años de colegio, seguramente para muchos, leer la palabra “escuela”, les trae los más especiales recuerdos y, probablemente para otros, algunos momentos incómodos. Pero quiero que por un momento hagamos el ejercicio de recordar aquel instante de último grado, en donde de lo único que escuchábamos hablar era de la prueba ICFES, en el caso de Colombia, y en “prom” o baile de graduación como también es usual en otros países. Puntualmente, pensemos en aquel instante en donde alguno de nosotros debía preparar el discurso de graduación y ese es, precisamente, el punto en el que hoy ahondaremos, la preparación. Continuando con la historia, retomemos ese día en que olía a toga y birrete y detrás del escenario se alistaba ese amigo o amiga, para salir a proclamar todas aquellas experiencias, recuerdos, aprendizajes y cosas vividas. Llega el momento de la declaración, hay nervios y risas en el ambiente, seguramente porque muchos escucharán aquellas travesuras de las que muchos de nosotros fuimos autores.
Pero no nos quedemos solo en las experiencias, pues así como en la vida real, en las películas también sucede lo mismo. Y, si no, ¿cómo hacían los tributos de los diferentes distritos en los Juegos del Hambre? Ellos primero debían prepararse para salir a competir y a luchar por sus vidas. Aquí cabe hacer la aclaración para aquellos que no han visto esta icónica saga, la cual se estrenó en el año 2012 y que hasta el día de hoy ha sido un éxito total, se trata de una trilogía basada en el libro de Suzanne Collins, en donde se narra la historia de 12 distritos cuya capital es conocida como Panem, la cual, año tras año organiza lo que serían los “Juegos del Hambre”, que consiste en seleccionar de manera aleatoria dos representantes de cada distrito a los cuales se les llama “tributo” y se les obliga a competir a muerte hasta que solo uno sobrevive.
Luego de esta breve sinopsis, es importante resaltar el contexto actual. Seguramente muchos al escuchar la “trama” de esta película se sintieron identificados con algunos aspectos de la vida real que se enlazan en la esfera económica, política y social. Pues bien, un ejemplo muy claro de esto es la Declaración de Renta. Este documento caracterizado por ser en donde se registran nuestros ingresos, egresos e inversiones es el causal de que muchos de nosotros tengamos que pagar ciertos impuestos (de los que, por cierto, ya hemos hablado por aquí) y adquirir mayores obligaciones financieras. No obstante, esta declaración es también un impuesto al que los colombianos están obligados a participar, pues su origen parte del acuerdo con la política de solidaridad para solventar, de alguna manera, la crisis de aquellos colombianos que poseen escasos recursos. Por su parte, dicha declaración se realiza dependiendo del tipo de persona que representes, es decir, si haces parte del grupo de grandes contribuyentes, personas jurídicas, micro y pequeñas empresas o persona natural, así mismo, puede variar dependiendo si es IVA Bimestral, cuatrimestral, del consumo, entre otras variables. Para ello la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, más conocida como DIAN, ha establecido un calendario con ítems y fechas exactas en las cuales deberás declarar renta en este año 2021.
No obstante, antes de hacerlo es importante prepararse, pues así como en los Juegos del Hambre, antes de la batalla debemos entrenar al mayor tributo que tenemos, que en este caso, es nuestro dinero. ¿Cómo nos podemos preparar entonces para esta gran batalla financiera? Pues bien, en primer lugar es importante saber si debo o no declarar renta. Para ello, Bancolombia ha extendido un beneficio para sus clientes a través de la plataforma “Tributi”, la cual te permite conocer tu estado financiero, con el fin de determinar si debes o no declarar renta y, así mismo, orientarte en el proceso para hacer la declaración de este impuesto. Lo único que debes hacer es ingresar a www.tributi.com, seleccionar la opción de “cómo saber si debes declarar renta este año”, hacer clic en “test para saber si declaras renta o no en 2020”, ingresa los datos allí solicitados y, ¡listo! rápido, sencillo y seguro. Si vas a declarar renta con Tributi, que es una buena herramienta si no tienes muchos recovecos contables, puedes usar mi código KAREMSUAREZPROMO, en donde obtendrás un cupón de descuento del 30%, ¡exclusivo para esta comunidad!

Una vez conozcas si eres o no un tributo listo para los “Juegos del hambre”, sigue la preparación física y mental. Para ello, como segunda medida, debes tener claridad de la fecha en que debes hacer la declaración, la cual puedes consultar en el calendario expuesto por la DIAN y, de esa manera, tener presente en tu propio calendario las fechas límites para evitar que se te pase el último día de plazo. Ahora bien, en ese orden de ideas, las fechas de vencimiento tiene relación directa con los dos últimos dígitos del Número de Identificación Tributaria o NIT, si eres una empresa, y en el caso de las personas naturales, con los dos últimos dígitos de tu cédula de ciudadanía. Es decir, los vencimientos inician el próximo 10 de agosto para aquellos cuyo NIT termina en 01 y el 20 de octubre para quienes terminan en 00. En este punto sigue un aspecto clave y es conocer si alcanzas o no a camuflarte de los tributos más fuertes (los impuestos) o si, lastimosamente, corres con el infortunio de asumirlos. Atenta nota a esto porque de ello dependerá si puedes salvar o no tu vida de los impuestos.
- Si tu nivel de ingresos en el 2020 fue superior a $49.850.000 pesos… ¡corre, estás en peligro!
- Si la suma de tus bienes y derechos apreciables supera los 160.232.000 pesos, ¡corre, estás en peligro!
- Si el consumo de tu tarjeta de crédito fue superior a $49.850.000 pesos, ¡huye porque estás a nada de encontrarte con tu verdugo financiero!
- Si los depósitos en tus cuentas bancarias han superado la cifra mencionada, no te preocupes por correr, ya estás casi en la horca.
- Y si, por último, tus consignaciones bancarias han sido superiores a $49.850.000, probablemente ya no estás a salvo.
Si es tu caso alguno de los puntos anteriores, acabas de asumir el pago de impuestos dependiendo de tu historial crediticio y, temo decir que, lastimosamente, no te has salvado. Sin embargo, existe todavía una posibilidad. Como parte de la preparación, debes tener todos tus documentos bien organizados; extractos bancarios, recibos de pago, entre otros, que puedan sustentar tu estado financiero ante cualquier imprevisto, además de tener el dinero necesario para realizar el proceso, pues no hacerlo podría acarrear problemas legales aún mayores.

En ese orden de ideas, a grandes rasgos podríamos decir que lo que hace que seamos tributos fuertes y preparados para, incluso, “ser voluntarios” es la capacidad económica que tengamos. El dinero ahorrado o guardado en nuestro “colchón de emergencia” es nuestro arco de flecha para defendernos de toda mala jugada que se pueda presentar en el camino, incluso esa que es legalmente obligatoria como la declaración de renta. Prepárate: primero, permaneciendo informado de todas las noticias de índole financiero en las que se profundice acerca de este tema, para ello puedes recurrir a medios nacionales y a la página oficial del ente encargado, en este caso, la DIAN. En segundo lugar, estudia muy bien al enemigo. Un factor clave en toda guerra es conocer cuál es la debilidad de mi enemigo, que en este caso, son los impuestos que deba cancelar; empápate de información al respecto, identifica los diferentes tipos de tributos que existan y, para ello, debes ir un paso adelante. Como tercera medida, piensa en una estrategia para derrotar al enemigo. No dejes que él te coja ventaja, conoce la fecha límite para declarar renta y hazlo lo antes posible, solo así, podrás tener una mejor organización de tus finanzas y evitar que te claven una daga por la espalda de manera inesperada.
Por último, equípate del armamento necesario, documentos, recibos, constancias, extractos, todos los insumos que necesites para sobrevivir en este valle de muerte financiera llamado deudas “obligatorias”. Y, si nos enfocamos en el otro contexto, alista las palabras adecuadas, no sea que salgas al escenario y te coman vivo por no tener el mejor discurso de la clase. No permitas que esta forma de adentrarte en el mundo de las finanzas se convierta en un arma de doble filo, pues aunque los adversarios son fuertes, con disciplina, constancia y mucha organización podemos llegar a ser los mejores lanzando la flecha. No esperes más, tú también estás listo para ofrecerte como tributo.