
Bienvenidos a este nuevo espacio de domingo financiero en donde ahondaremos un mundo que a muchos les parece curioso, pero que hasta puede ser peligroso: los casinos.
Quizás al leer esta palabra lo primero que se viene a nuestra mente son imágenes de Las Vegas con sus edificios distinguidos y glamurosos, con gente vestida con elegancia que se divierte alrededor de mesas de juego lanzando dados o jugando a la ruleta francesa.
Los juegos de azar y las apuestas han acompañado los momentos de ocio de la humanidad desde tiempos remotos, y no eran muy diferentes a como los conocemos hoy en día. Por ejemplo, civilizaciones como la griega o la romana jugaban por dinero mientras que en la antigua China apostar era una práctica común. Sin embargo, no existió un lugar específico y regulado donde se recogiera este tipo de entretenimiento hasta el siglo XVII.
El primer casino de la historia fue construido en Italia. De hecho, la palabra casino significa casa de campo en italiano, en referencia a las villas en el campo que la nobleza y la clase alta utilizaban como lugar de esparcimiento y diversión. En 1638 en Venecia se construyó el casino Ridotto de San Moisés durante el Carnaval de Venecia, conocido por sus disfraces ostentosos y típicas máscaras. El casino era un lugar elegante, con código de vestimenta y estaba destinado a las clases altas de la sociedad veneciana.
Para ese momento, los juegos de azar eran ilegales en la ciudad, como en casi todo el continente europeo, pero los juegos de cartas y dados eran tan frecuentes que las autoridades podían hacer poco para detenerlo.

Las principales atracciones que tuvo el Ridotto de San Moisés fueron dos tipos de juegos, el Biribí, que fue un juego de azar de origen francés y es considerado como el antecesor de la lotería y el bingo; y la Basetta, que era muy parecido al BlackJack. Una peculiaridad de este casino es que, como en la actualidad, los trabajadores que gestionaban las mesas y las partidas representaban a la casa o banca. Durante el siglo XIX el Biribí y la Basetta fueron prohibidos en algunos países. Luego, en el siglo XX fueron desregularizados, sin embargo, no volvieron a ser populares, ya que para la fecha se habían creado nuevos juegos de mayor competencia.
En 1774 el Ridotto de San Moisés cerró sus puertas cuando el reformador Doge Giorgio Pisani declaró que el casino era una práctica moralmente dudosa para la ciudad, él quería conservar la piedad y la decencia de Venecia y las autoridades de la ciudad acordaron y lo cerraron antes del final de ese año. Entre 1774 y 1959, Venecia no tuvo casino, pero en 1946 las autoridades de la ciudad compraron el palacio Ca ‘Vendramin Calergi y 13 años más tarde allí se estableció el nuevo casino veneciano.
Actualmente además del casino, en el palacio también se encuentra el Museo Wagner, y el Palacio de San Moisè, donde antiguamente quedaba el casino, hoy en día es un hotel de lujo en el centro de Venecia. Pero la historia de los casinos no termina aquí. En Wiesbaden, una ciudad situada en el suroeste de Alemania, se encuentra el segundo casino más longevo de la historia: El Kurhaus Casino Wiesbaden. Este casino fue inaugurado en el año 1810 y es conocido por su decoración interior de alta gama y elegancia. De hecho, es uno de los casinos más importantes de Alemania debido al tamaño de sus instalaciones y al volumen de jugadores que recibe año tras año. Sus salas de juego son de las más influyentes de toda Europa.
De los numerosos establecimientos que se construyeron a lo largo de Europa, el que en la actualidad sigue siendo el más emblemático, es el Gran Casino de Montecarlo, en Mónaco, que abrió las puertas en 1856. El príncipe Carlos III, bajo la idea de obtener beneficios económicos en el país, autorizó la apertura de esta casa de juegos. El Gran Casino fue el primer casino moderno que contaba con juegos de mesa como el blackjack y las máquinas tragamonedas. Este casino es de las principales fuentes de riqueza para la economía de Mónaco.

En Estados Unidos los casinos no existieron hasta el nacimiento de Las Vegas en mayo de 1905. Sin embargo, el juego no se legalizó en ese país sino hasta el año 1931, pero por supuesto, durante su prohibición, no desapareció, sino que siguió existiendo de forma clandestina. El problema fue que la prohibición contribuyó a la aparición de mafias y bandas de crimen organizado que querían controlar las apuestas y el dinero que movía el juego. Una vez que volvió a ser legal, comenzó la expansión de Las Vegas hasta adquirir unas dimensiones inimaginables, surgieron hoteles con casinos incorporados, como el mítico El Racho Las Vegas.
Las famosas máquinas tragaperras, que también son conocidas como ‘bandido de un solo brazo’, fueron creadas en 1890 por el inventor americano, Charles Frey, y desde entonces se ha convertido en uno de los juegos de casino más populares de la historia. Los juegos de cartas datan a 1300 en Francia, con el ‘Trente et Un’ como el juego más popular de la época, el cual evolucionó en lo que hoy en día conocemos como el ‘Blackjack’, y la ruleta también tiene denominación francesa al haber sido creado por un matemático francés, Blaise Pascal.
Pero en el mundo de los casinos no todo es ganancias y diversión, hay muchas personas que pierden grandes cantidades de dinero en las salas de juego. En Australia las personas pierden más dinero en el juego que en el resto del mundo. Según un informe realizado por The Economist, en promedio, el monto asciende a unos 1.100 dólares anuales por habitante. Más de la mitad de ese dinero se va en las máquinas tragamonedas, que son las más populares allí que en cualquier otro lugar. El segundo país con los jugadores más gastadores es Singapur, con 1.040 dólares por habitante y en tercero se ubica Estados Unidos, aunque bastante más lejos: el gasto medio es de 590 dólares por habitante.
A pesar de que los casinos llevan un largo tiempo en nuestra historia, siempre han existido diferencias entre los casinos y sus juegos con los gobiernos de cada país. En varios países del mundo aún existe prohibición de dichos juegos, y en otros son permitidos con una regulación y fiscalización muy estricta. Además, la mayoría de los juegos de los casinos son de recompensa inmediata y esto influye enormemente en las personas que son propensas psicológicamente a caer en una adicción al juego, que es conocida como ludopatía.
Pero, a pesar de todo esto, hoy en día los casinos siguen teniendo grandes transformaciones. Por ejemplo, actualmente los casinos no incluyen solamente los juegos de azar entre su oferta, sino que ahora también va acompañada de restaurantes, hoteles, salas de fiesta, salas de convenciones, y a esto se le suma la incursión del internet en este mundo de entretenimiento. Desde finales de los 90, los llamados casinos en línea o casinos en Internet se han desarrollado. Estos casinos son versiones en línea de los juegos clásicos que se encuentran en los casinos tradicionales físicos, y los jugadores pueden elegir entre una amplia gama de juegos y jugar en línea a través de una simple conexión a Internet. Al igual que en los casinos reales, los casinos virtuales ofrecen una gama de bonos e incentivos a todos los usuarios, mientras que los porcentajes de pago difieren según el sitio y el tipo de juego.
Sea virtual o presencial, los casinos seguirán siento parte de nuestro entretenimiento, pero es un deber de nosotros, disfrutar de ellos de forma responsable.