lo largo de este año hemos venido conociendo múltiples formas de iniciar nuestros ahorros de una forma diferente, fácil y efectiva. Sin embargo, para nadie es un secreto que hemos llegado a una de las épocas más difíciles del año en donde el término ahorrar desaparece por completo de nuestro radar, pues los detalles, las sorpresas y hasta las vacaciones, se convierten en el día a día de tan esperada fecha decembrina.

Ahora bien, ¿por qué “gastar” en diciembre no está bien? Recordemos que la palabra gasto hace alusión a la compra o adquisición de algo que NO necesitamos y que por lo general, desajusta nuestro presupuesto inicial. Por ello, hacer ciertos tipos de gasto en diciembre, se convierte en un reto complejo de asumir cuando no se tiene claridad en el objetivo. Muy seguramente todos en algún momento hemos oído la famosa frase “es que en enero nadie tiene dinero” o “en diciembre se gasta todo lo que en enero no se tiene” y para el caso de muchos esta frase ha trascendido a la realidad. Pues bien, resulta que no se trata de solo una frase de cajón o del colombiano común, sino de vivencias reales de muchas personas que año tras año se enfrentan a la misma situación y, respondiendo a la pregunta que nos hacíamos hace un momento, no está bien gastar por estas épocas porque, en primer lugar, se trata de una fecha en la que cerramos un ciclo y llega otro nuevo completamente diferente.
Claramente, pensar en la llegada de un nuevo año implica múltiples consecuencias de entrada, pues no sabemos a qué retos nos estamos enfrentando en el futuro. Por otro lado, debemos pensar en que los gastos imprescindibles o podríamos llamar “incontrolables” como los servicios, el arriendo y la alimentación, ¡nunca paran! y desajustarnos en materia dinero, afectando alguno de estos factores, representa una amenaza directa para nuestra supervivencia. Y, bueno, no tenemos que irnos tan lejos para pensar en ahorrar, empecemos por las famosas y muy deseadas, novenas navideñas.
Las Novenas Navideñas o Novenas de Aguinaldos como también son conocidas, se trata de una tradición católica que se vive en países como Colombia, Ecuador y Venezuela en donde se “prepara” de alguna manera la llegada de la Navidad que usualmente es festejada el 24 de diciembre. Esta “preparación” se basa en reuniones en donde usualmente se hacen oraciones alusivas y se cantan los famosos villancicos. Sabemos que en el caso de Colombia, estos encuentros con el paso del tiempo fueron tomando forma en las distintas ciudades, regiones, religiones, entre otros grupos del país, pues con el paso del tiempo fueron adoptando dentro de las novenas otro tipo de costumbres como compartir un pasabocas e, incluso, rifar regalos para los niños presentes. Lo anterior ha provocado que no solo se pierda el verdadero propósito sino que además, el presupuesto sea mucho más elevado.
Por ello, en esta oportunidad quiero compartir con ustedes 9 tips de ahorro que nos permitirán disfrutar de la navidad como lo merecemos y sin malgastar nuestro dinero. Acompáñenme a descubrir los secretos de ahorro que esconde la navidad.

Muchas personas asocian la palabra “Navidad” con regalos, comida, familia, viajes, vacaciones, en fin… pero poco lo asemejan a planes, ahorro, presupuesto, por ello, así como en una novena, vamos a iniciar en este mes un reto de nueve días ahorrando nuestro dinero. Para el día 1, iniciaremos con el primer misterio del Rosario que para nosotros serán hoy los luminosos. Siempre que queramos iniciar algo es importante capacitarnos y estar preparados para ello y, cuando nos sentimos desorientados debemos buscar esa “luz” que logre guiarnos hacia el camino del éxito. De esta forma, para el día 1, así como en las novenas se inicia por aprender a “rezar el rosario”, nosotros aprenderemos a hacer nuestro propio presupuesto. La base para sostener nuestras finanzas es un buen presupuesto y como lo hemos estudiado antes, el presupuesto es el cálculo o planificación que hacemos de nuestro dinero en donde destinamos nuestros recursos para cosas específicas.
En ese orden de ideas, ¿qué cosas específicas y necesarias tienes por presupuestar? Allí es donde entran esos “gastos necesarios” como la renta, los servicios, la alimentación, salud y demás que son vitales para nuestro diario vivir. Una vez tenemos clara la tarea, es más sencillo arrancar. Día 2, establecer objetivos financieros. Para ello, debemos tener claro aquello que queramos alcanzar en unos años más adelante, proyectarnos y cumplir el plan de ruta. Siendo así, una vez esclarecemos el panorama, debemos plantear hasta dónde queremos llegar, es decir, si mi objetivo es invertir en bienes raíces, ¿qué debo hacer para materializar ese sueño? La respuesta está en tener claros objetivos financieros. La recomendación para este segundo día es tomar papel y lápiz y sobre él plasmar anhelos posibles y acordes a lo que tenemos (o tendremos) en nuestro bolsillo.
Llegamos al tercer día y con él, a los misterios gloriosos. Estamos en una etapa importante en donde vamos cerrando nuestra base, pero detrás vienen las tácticas o medios con los que llegaremos a los gozosos. En este día el reto es poner cifras a tus sueños. Establecer un porcentaje de ahorro para cada cosa que deseas realizar en el futuro es un paso fundamental dentro del cumplimiento de estos, es decir, del 100% de tu dinero, el 10% lo ahorrarás para determinado objetivo que hayas plasmado en el día anterior. Por ejemplo, si mi deseo es invertir en un automóvil, debo saber que el 15% de mis ingresos estará destinado a ello, es decir, si mis ingresos son alrededor de $1’500.000 el 15% serán $225.000, de allí que tú decidas incrementar o no dicho porcentaje de ahorro.
Para el día 4, debemos estar libre de deudas. Un paso fundamental dentro de nuestro crecimiento financiero es no deber nada a nadie. Por ello, si tienes algunas cuentas pendientes, te recomiendo revisar la forma más óptima de cerrar los tratos para que todo el dinero que obtengas sea 100% para ti y con él puedes destinar libremente tu presupuesto. Llegamos al día 5 y nos acercamos al final de este reto. Para este día, mientras seguimos en los misterios gloriosos, debemos cuidarnos de los gastos hormiga. Recordemos que estos tipos de gasto son silenciosos y se presentan con más frecuencia de la que pensamos. El cafecito, los chicles de la esquina, el accesorio para tu móvil, esas pequeñas cosas que pensamos que no afectan a nadie, están atacando directamente a tu presupuesto, así que cuídate de esos gastos fantasma mientras puedas y disfruta de la plenitud de tu dinero.
Llegamos a un punto crucial y con él, a los misterios dolorosos. En esta etapa del reto de los nueve días empezamos a sufrir los deseos de la Navidad pues nos acercamos al gran día y es aquí donde empieza la presión por qué vamos a regalar, qué pinta nos vamos a estrenar y que gran cena tendremos aquel día de festejo. Por ello, para el día 6, aprenderemos a decir NO y a definir nuestras prioridades. En el mundo, los seres humanos por naturaleza vivimos aferrados a las vivencias del momento, sobre todo a aquellas que producen satisfacción y dejan un recuerdo positivo en nosotros. Sabemos que situaciones como salir de viaje, estrenar alguna prenda o zapatos, comer algo rico o sencillamente salir a un lugar que nos gusta, son momentos con los que nos sentimos a gusto y queremos repetir en múltiples ocasiones. Sin embargo, por eso hemos llegado a los misterios dolorosos, pues es aquí donde todos esos gustos deben menguar.

Aprender a decir que no, no es una tarea fácil y menos en épocas de Navidad, pero cuando aprendes a controlar tus deseos por adquirir desmedidamente, la satisfacción también empieza a aparecer. Para eso, en este día haremos el ejercicio mental de decir “no” a toda tentación de gasto que se nos presente, llámese postre, salida, camisa, pantalón, comida, etc. Este día aprendemos a disfrutar con lo que tengamos en casa.
Seguido de ello, para el día 7 aprenderemos a escoger nuestras armas para tener un ahorro exitoso. Una vez superada la “tentación”, descubriremos cuál es el mejor método para que nuestro ahorro no se vea afectado por factores externos, es decir, seguramente no tener dinero físico para muchos es una excelente forma de ahorrar, pues no se puede manipular fácilmente el recurso, mientras que, teniéndolo en una cuenta, por ejemplo, tenemos más posibilidades de analizar muy bien si es o no necesario hacer determinada compra.
El día 8, veremos todo como una oportunidad para crecer. Crecer siempre ha implicado sacrificio, por eso seguimos en los dolorosos. Sin embargo, cuando aprendemos a ver todo como una oportunidad para ganar, empezamos a ver los resultados con más frecuencia. Aquí es donde verás posibles formas de incrementar tus ganancias, por ejemplo, además de tu trabajo, debes mirar la posibilidad de sacar provecho de tus talentos. Si eres bueno escribiendo, busca empleo en ello, si eres bueno en algún área del conocimiento, piensa en la posibilidad de dar clases en línea, en fin, miles de opciones que te puedan permitir ganar un poco más, para ahorrar un poco más. Luego de tener claros los objetivos, de saber qué herramientas implementar y de abstenerse un poco más del gasto, llegamos, por fin a los gozosos.
En este último día (día 9), veremos reflejado en nuestro bolsillo, el fruto de nuestro sacrificio. Sí, llegó la Navidad, pero con ella, es un día más cerca de alcanzar la meta. Después de todo lo que implicó nuestro reto del ahorro, es importante que sobre nuestro plan haya una retroalimentación. La clave de esta autoevaluación es medir nuestros resultados y tomar decisiones radicales para modificar aquello en lo que estemos fallando. En este punto es importante que te sientes con papel y lápiz a la mano y tengas claro el dinero total que tienes ahorrado para, sobre ello, hacer las cuentas pertinentes. Ese día medirás todos los indicadores o, paso, que hemos seguido durante esta novena financiera. Porque así como el chocolate es espeso, las cuentas deben ser claras. Revisa cuánto tienes y si la cifra se ajusta con los objetivos que planteaste desde el primer día, asume nuevos retos y ajusta aquellas tuercas que en el camino se fueron desajustando.
No es fácil, pero si seguimos minuciosamente la ruta veremos los grandes resultados. Es hora de entrenar la mente para decirle a la prosperidad financiera “ven a nuestras almas, ven no tardes tanto”.