Para nadie es un secreto que muchas veces suelen presentarse situaciones que se salen de nuestro control, no se puede planear cuándo será un imprevisto, ni mucho menos en qué momento de nuestra vida estaremos o no preparados, y esto no solo nos puede afectar a nosotros sino también a nuestra familia o incluso mascota. Situaciones como una enfermedad pueden terminar alterando nuestras finanzas, o por ejemplo, quedar desempleado, algún procedimiento médico, todos estos son gastos que no se esperan a pasar cuenta, pero, para mitigar estos imprevistos existe una herramienta ideal y es el fondo de emergencia.

De esta forma, un fondo de emergencia es dinero que se aparta para gastos no planificados, alivianando así las cargas de las tarjetas de crédito y sus altas tasas de interés, esta herramienta no solo te brinda seguridad sino también te permitirá tener control de tus finanzas personales.
El primer paso, es revisar el presupuesto e identificar gastos hormigas, hacer un cálculo de esos gastos innecesarios para posteriormente modificarlos, todo esto ayudará a reformular las prioridades financieras, e identificar cuáles son los ajustes que se puede hacer, sobre todo si hay deudas acumuladas, lo primero es salir de ellas.
Si ya tomaste la decisión acertada de iniciar tu fondo de emergencia es momento de planear cuánto dinero vas ahorrar: según expertos lo mínimo que un fondo de emergencia debe tener son de tres a seis meses de ahorro. Dentro de este tiempo sugerido la idea es sumar los gastos de manutención primordiales como; vivienda, alimento, atención médica, transporte, deudas, entre otros. Es importante recordar que para que la meta del fondo de emergencia se haga realidad se debe ser firme en las decisiones financieras.
Asimismo, ligado al anterior se necesita calcular el valor de tus gastos en un mes: para agregarlo a la meta de ahorro de emergencia, y tener un panorama real de lo que consumes según tus necesidades. Eso sí, acá en esta cuenta deja a un lado gastos como viajes, cenas, ya que es estrictamente lo necesario dentro del colchón de emergencia. Otro punto a mencionar es tener claridad a dónde se va guardar ese ahorro, una buena opción es asegurarlo en las cuentas de ahorro o en instrumentos de renta fija, es decir, instrumentos que te aseguran una rentabilidad (aunque a veces no sea alta) tales como los CDT, pues te generara un poco de rendimiento el dinero.

Recuerden que existe una herramienta muy interesante para revisar cuales son los mejores CDT, se llama www.mejorCDT.com, lo mejor de esta herramienta es que compara en tiempo real las tasas y lo hace con todos los bancos, no solo con los más conocidos.
También, para la creación del colchón de emergencia se necesita automatizar el proceso, la forma más fácil de ahorrar dinero es nunca tocarlo en primer lugar, y pues ya decidido donde vas a guardar ese dinero lo mejor es que lo configures para que ese depósito vaya directo a la cuenta de ahorro cada mes apenas tengas el pago. Algo que ayuda en los casos del ahorro es que no estés mirando constantemente la cuenta, esto parecerá que el crecimiento es pequeño y lento, deja que la automatización haga lo suyo y olvídate de mirar la cuenta.
Si lo ves posible sigue ahorrando un poco más de seis meses cuando llegues a la meta, hay emergencias que requieren de alto capital como estar desempleado durante varios meses o estar hospitalizado durante mucho tiempo, esto al final termina consumiendo más dinero del ahorrado en tu fondo de emergencia, son situaciones puntuales, que no suceden todos los días.
Por eso mismo, mira tu fondo de emergencia como una póliza de seguro, abona terreno en él y guárdalo con cuidado, utiliza el fondo solo en caso de emergencia y gástalo con cuidado. Tener esta herramienta le da una mejor oportunidad de manejar las crisis que se pueden presentar y mejor aún cuidar del bolsillo. Permitiéndose disfrutar de las ventajas del colchón de emergencia.