Disfrutar cada etapa de nuestra vida es una de las realidades más satisfactorias que podemos experimentar, pues a medida que pasa el tiempo podemos percibir cada día como una oportunidad para seguir creciendo y brillando por nuestras habilidades así como para fortalecer nuestras debilidades. Pero ¿Qué pasa cuando sientes que no das más? Ese momento justo en el que te sientes cansado de la rutina, agotado por los compromisos o incluso insatisfecho por tus escasos resultados.

Cuando iniciamos nuestra vida laboral todos tenemos perspectivas diferentes, algunos quieren ser emprendedores, otros se esfuerzan por ser empleados en las empresas más reconocidas y esperan escalar continuamente, y con el cambio generacional también están aquellos que desean trabajar en torno a los medios digitales como influencers, Youtubers, creadores de contenido, entre otros. Esto último fue analizado recientemente por la firma Remitly a través de los patrones de búsqueda en Google y sus resultados nos permiten entender que al final de cuentas cualquiera que sea nuestra perspectiva a nivel profesional, el objetivo siempre será estar en el trabajo soñado.
Además, con el paso del tiempo que literalmente corre a la velocidad de la luz elevado a la décima potencia multiplicado por mil (Lo siento, creo que he sido un poco exagerada con la expresión anterior pero es que el tiempo cada vez corre más) todos tenemos una demanda latente a ser productivos para lograr cumplir nuestros objetivos y efectivamente la productividad es un arma poderosa que impulsa nuestro crecimiento, lo único es que normalmente se suele confundir con extensas e intensas jornadas de trabajo que no contribuyen 100% a tus objetivos ya que al final del ejercicio sientes que no lograste lo mínimo esperado.
Exactamente en ese punto es donde volvemos al contexto inicial de este blog, es ahí cuando puedes comenzar a experimentar un cansancio exagerado que se quiere quedar todo el día cómo si no hubiese nada más que hacer, se pueden agotar tus fuerzas y ni siquiera siendo la mujer maravilla tendrías la suficiente energía para dar lo mejor de sí en las actividades diarias, todo esto se puede resumir que lo que era color de rosa al inicio, con el paso del tiempo ha perdido color y ya no rindes al mismo ritmo.

¿Te sientes identificado con lo que hoy estamos hablando? Quiero contarte que esto se llama el síndrome del burnout y su significado literal traduce “quemarse por completo” que en términos general está muy ligado a los síntomas que hemos nombrado previamente y según la Organización Mundial de la Salud- OMS, este se puede relacionar con nuestra forma de responder antes las actividades del trabajo y el espacio en el que las desarrollamos.
En este orden de ideas, aunque el agotamiento pareciera algo normal, experimentarlo continuamente se puede tornar en verdadero problema para nuestro desempeño integral, pues además de todo lo que hemos hablado, empezarás a encontrarte con una reacción negativa hacia tu trabajo además de una pérdida de interés por las tareas y aunque intentes recuperar el ritmo, difícilmente vas a lograrlo.
Ahora bien, cabe mencionar que todo tiene solución y nuestra disposición a cambiar nuestra realidad condiciona el tiempo que permanezcamos síntomas de este nivel, así que si tú crees que vives “quemado por completo” quiero dejar 7 tips para que puedas tomar acción y hacerle frente a este proceso.
- Pulsa el freno de mano
Si algo no está bien en tu desarrollo diario pulsa el freno de mano y para, ¡pero espera! No estoy diciendo que debas renunciar a tus actividades o a tu trabajo, me refiero a prestarle atención a tu desempeño cuanto antes, pues no te puedes hacer el de la vista gorda ante una situación que puede ir escalando progresivamente.
- Identifica tus prioridades y el control de tu tiempo
Posteriormente evalúa la gestión de tu tiempo, pues el no tener un orden en tu agenda te puede llevar a un colapso interno lleno de frustración por olvidar u omitir compromisos, y ordenar este punto de nuestra vida es fundamental para vivir más tranquilos.
- Evalúa tus expectativas laborales vs tu realidad laboral
Aunque creamos que no somos de piedra y nada nos afecta, una decepción a nivel laboral efectivamente puede hacer daño, al igual que un rechazo, la pérdida de un cliente representativo, y algo que es contundente: las inalcanzables metas que nos colocamos todos los días o incluso las que provienen de nuestros superiores.
- Incluye el ejercicio en tu rutina diaria
Lo que voy a decir a continuación no se trata de ningún cliché, es más bien una realidad a la que debemos poner el foco y es que no podemos ir por la vida pensando que el cuerpo debe aguantar todos nuestros caprichos, se hace necesario descansar y por supuesto, tener tiempos de ejercicio físico, que en contextos generales esto también te sirve como una recarga de buenos hábitos.
- Tomate un tiempo diario para agradecer
Organiza en tu agenda un tiempo diario para dar gracias a Dios por la vida y por todas las oportunidades, en algunas ocasiones nos parece tan normal y rutinario estar vivos que se nos olvida el maravilloso arte de agradecer por todo.
- Cuida tu alimentación
Descuidar tu alimentación puede afectar directamente tu capacidad de responder ante cualquier situación, y si crees que por ser joven esto es lo último a lo que debes prestarle atención, gracias al estrés y la vida tan rápida que llevamos comenzarás a notar muy pronto.

7. Vuelve al punto de inicio
Volver al punto de inicio es ir a tus objetivos, a ese espacio donde planificaste y describiste el porqué de lo que haces y hacia dónde te diriges, esto será fundamental para poner todo en orden, tomar impulso e ir por eso que tanto has soñado.
Además cabe recordar que si necesitas de ayuda en profesionales de la salud para complementar todo el proceso, no debes dudarlo, levanta la mano cuanto antes. Esto te permitirá avanzar mucho más rápido de lo que has previsto. ¡Es tiempo de tomar acción y retomar esa mejor versión de ti que te llevará cada vez más lejos!
Hasta aquí todo por hoy, eso sí, no olvides que si te gustó este blog puedes dejar tu calificación y compartirlo con esa persona que más lo necesita. ¡Nos leemos en una próxima!